Biblioteca de la Memoria Historica

Víctimas

BALDOMERO BLANCO ARIAS. Agente Comercial. 36 años Natural y vecino de Zafra. Hijo de Francisco y de María Antonia. Casado con Teresa Fontalba García, de 32 años. Dos hijos: María Teresa y Patrocinio. Fue asesinado por los franquistas el 11 de septiembre de 1936, aunque su muerte no fue inscrita hasta cuatro meses después en el Registro Civil, donde consta con la profesión de comisionista.

Baldomero Blanco era republicano y había trabajado en Correos. En julio de 1936, tras el golpe de Estado, fue nombrado por el Frente Popular director de Correos en Zafra, en sustitución de Nicolás Gerada Sebastián. Tanto Blanco como José Antonio Zambrano, que asumió la supervisión de Telégrafos, o Diego Ortiz Borrajo, responsable de la central telefónica, eran republicanos y el gobernador civil, también republicano, los nombró directivos de estos servicios esenciales del Estado en la ciudad en esos días convulsos. Los tres acabaron fusilados por los franquistas.

Antes, Baldomero forzó huir hacia Badajoz y estuvo durante un tiempo en Santa Marta de los Barros, hasta que el día 20 de agosto fue ocupada esta localidad por los sublevados. No sabemos dónde anduvo desde esa fecha hasta el 11 de septiembre en que fue asesinado. ¿Siguió en Santa Marta, escondido?, ¿logró huir?, ¿volvió a Zafra?

Cuando lo mataron y el enterrador, Domingo León, se encontró a la mañana siguiente con el cadáver en la puerta del cementerio, dejó como marca -así hizo con otros- una moneda junto al cuerpo al enterrarlo. De esa forma, la familia recuerda que no tuvo dificultades para reconocer sus restos en abril de 1944, al dejar que los familiares de los fusilados los enterraran en nichos particulares.

Tras el asesinato de Baldomero, los Blanco lograron lograr la represión del franquismo. Otro hermano, Francisco Blanco, fue detenido en 1944 junto a Joaquín Torreglosa Contreras, hijo de otro fusilado, acusados de haber hecho pintados en Zafra escribiendo la palabra VERDE, iniciales de “VIVA EL REY DE ESPAÑA”, eslogan que utilizaban los monárquicos contrarios a Franco para destacar su adhesión a Juan de Borbón.

[La fotografía de Baldomero ha sido facilitada por su hija María Teresa, a quien le agradecemos haberla cedido para su publicación]